La transfromación real de la educación superior en Latinoamérica: Un cambio cultural imprescindible

Para lograr una transformación digital real es necesario reconocer la necesidad de transformarse

La transformación digital en la educación superior de Latinoamérica es una historia apasionante de cambio y adaptación. Imagina un escenario en el que las universidades eran instituciones estáticas, ancladas en métodos tradicionales. Pero entonces, un catalizador inesperado sacudió el statu quo: la pandemia de COVID-19. 

Ahora vivimos un momento crítico de transformación, impulsado por la necesidad de adaptarnos a un mundo cada vez más digitalizado, obligando a las universidades a reconsiderar sus modelos operativos y pedagógicos. Una transformación de mentalidad, académica, operativa, financiera, de formato y entrega… digital en el último de los casos. 

Un enfrentamiento con la realidad propia, en el que no solo se trata de incorporar tecnología en el aula, sino de impulsar un cambio cultural profundo que cimbre todos los aspectos de la vida universitaria. Las herramientas digitales para la educación, como los sistemas ERP y SIS, juegan un papel fundamental en esta evolución.

El desafío inesperado, la superviviencia del más apto... o el de mayor visión innovadora y global

De repente, las aulas vacías y los campus silenciosos se convirtieron en la nueva normalidad. Las universidades se enfrentaron a un desafío sin precedentes: reinventarse o quedar obsoletas. 

La adopción de una visión innovadora e internacionalista es fundamental para cualquier institución que aspire (ya no digamos estar a la vanguardia de la educación superior) sobrevivir. Esta visión se refleja en una cultura de transformación que permeé todo el campus, desde la administración hasta la docencia y la investigación. La transformación digital real en la educación es más que una tendencia; es una necesidad estratégica que define el futuro de la educación superior en la región (Ahlquist, 2019).

El objetivo, ambicioso pero alcanzable, es ofrecer una experiencia académica internacional sin salir del país, puesto que la oferta institucional ya no sólo compite con pares locales, la digitalización de servicios y entrega académica ha emparejado el terreno y un estudiante puede ahora cursar lo que deseé, así se encuentre en otro continente, y sin moverse de su habitación.

Las instituciones están ampliando su alcance a través de múltiples convenios internacionales que permiten a los estudiantes acceder a una educación global desde sus países de origen. Esta estrategia no solo enriquece la formación académica, también prepara a los estudiantes para competir en un mercado laboral globalizado (Hartmann, 2007).

Centros de innovación académica: Motores de transformación

Para preparar a los estudiantes para un mundo laborar revolucionado, los centros de innovación académica juegan un papel crucial en la transformación de las universidades. Estos centros están diseñados para desarrollar las capacidades técnicas y de docencia del personal académico, enfocándose en áreas como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la doble titulación, las alianzas estratégicas y la implementación de plataformas tecnológicas académicas (Macdonald & Wisdom, 2002).

El desarrollo de estas capacidades es esencial para crear un entorno de aprendizaje que responda a las megatendencias que están sacudiendo los cimientos de la educación tradicional. Los centros de innovación académica no solo fomentan la adopción de nuevas tecnologías, sino que también promueven una cultura de aprendizaje continuo y adaptación al cambio (Garrison & Vaughan, 2008). En este contexto, el uso de inteligencia artificial en la educación y big data está revolucionando la forma en que las universidades analizan y utilizan la información para mejorar la experiencia educativa: la siguiente frontera.

Implementación de tecnologías digitales

Las universidades están adoptando una variedad de herramientas digitales para la educación y plataformas para mejorar la experiencia educativa. Estas incluyen el blended learning, los campus virtuales, los sistemas de videoconferencias, las redes sociales aplicadas a la docencia, los sistemas analíticos y de retención de alumnos.

El blended learning, o aprendizaje combinado, fue el arranque incipiente de lo que ahora conocemos como HyFlex, un modelo donde se integra la enseñanza presencial con la educación en línea, ofreciendo a los estudiantes una experiencia de aprendizaje más flexible y accesible (Garrison & Vaughan, 2008). Los campus virtuales permiten a los estudiantes acceder a recursos educativos y participar en actividades académicas desde cualquier lugar, facilitando el aprendizaje a distancia (Porter, 1997). La forma más moderna de este modelo exige la multiversidad: la posibilidad de cursar múltiples carreras, pertenecientes a múltiples campus, tomadas en múltiples periodos y desde múltiples plataformas.

Además, el uso de software ERP (Enterprise Resource Planning) y SIS (Student Information Systems) es fundamental para la gestión eficiente de las instituciones de educación superior. Estos sistemas integran diversos procesos administrativos y académicos, mejorando la eficiencia y la toma de decisiones basadas en datos. Estos sistemas gestionan y almacenan datos para identificar patrones y tendencias, ayudando a las instituciones a tomar decisiones informadas para mejorar la retención y el éxito de los estudiantes (Wise, 2020).

Planeación estratégica y transformación

Una planeación estratégica consciente de las necesidades particulares de cada institución es esencial para el éxito de la transformación digital. Esta planeación debe incluir una hoja de ruta clara que cubra las demandas actuales y futuras, transformándolas en los cimientos del crecimiento institucional (West, 2018).

La liberación del espacio creativo del personal académico y administrativo es otro factor crucial. Cuando una institución fomenta la innovación y la creatividad, puede llevar esos esfuerzos a otras áreas que impulsen el crecimiento y el desarrollo. Las investigaciones y los estudios realizados por las universidades son un claro ejemplo de cómo la innovación puede tener un impacto positivo en la educación superior (Information Resources Management Association, 2015).

La importancia de la transformación digital en la educación superior

La transformación digital de una institución de educación superior comienza con el reconocimiento de la necesidad de cambiar. Establecer objetivos claros y estructurar la organización para adaptarse a estos cambios es fundamental para el éxito a largo plazo. La adopción de tecnologías digitales y la implementación de procesos innovadores deben estar alineadas con los objetivos estratégicos de la institución (Schwab, 2017). 

Es esencial definir los objetivos de manera que sean medibles en el corto y mediano plazo. Esto permite desarrollar capacidades que se integren en los procesos y metas de la institución, logrando así una organización altamente disruptiva en el mercado a través de la tecnología (West, 2018). 

La necesidad de adaptarse rápidamente a entornos de aprendizaje en línea y periodos prácticamente inmediatos, ha puesto de manifiesto las ventajas de tener una infraestructura digital robusta y flexible. Las universidades que ya habían comenzado su proceso de pudieron adaptarse más rápidamente a la nueva realidad, continuando con sus actividades académicas sin interrupciones significativas (Lucas, 2020). 

El intercambio de experiencias y mejores prácticas entre las universidades es vital para seguir avanzando en este proceso. La comunidad de educación superior debe trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos que presenta la digitalización y aprovechar las oportunidades que ofrece para mejorar la calidad educativa (Information Resources Management Association, 2015). 

El camino hacia una educación superior transformada requiere un compromiso constante con la mejora y la adaptación. Las instituciones deben estar dispuestas a reevaluar sus modelos operativos y pedagógicos, adoptando nuevas tecnologías y enfoques que mejoren la experiencia educativa. Solo a través de un enfoque estratégico y una visión a largo plazo, las universidades podrán cumplir su misión de formar a los líderes del mañana en un entorno digital y global.